La calma

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Meditar sintiendo la «Calma»

Descubrir la calma:

Nos vamos a sumergir en la experiencia de la calma interior. Un tesoro que todo el mundo busca. La calma es necesaria para el bienestar y te abre la puerta a nuevas perspectivas.

Desde la calma vives la vida mejor con más calidad y satisfacción.

Meditación

En un lugar tranquilo con la espalda erguida, en una posición de equilibrio, empezaremos. Cuando no necesites moverte para estar cómodo suelta la tensión que hay en tu cuerpo desde los pies hasta la cabeza. La zona pectoral ampliando la atención a tus brazos, hombros, manos…el cuello y la mandíbula, las facciones de la cara, la frente…Deja que tu cerebro también se relaje. Respira y permite que todos los músculos se aflojen. Deja que tu respiración se vaya serenando. Acompañala con tu atención y déjate llevar por su ritmo.

Vamos a la posición de observador. Observa con serenidad, sin juzgar. Conviértete como hemos hechos otras veces, en el observador. Observa el mundo exterior, las sensaciones que tienes a través de los sentidos, los sonidos que te rodean y a la vez, tu mundo interior. El mundo de tus sentimientos, emociones, sensaciones. Integrarlo todo en el momento presente, como observador. Abraza todo lo que hay en el presente. Lo que hay o aceptas desde tu posición de observador.

VAmos a un nivel más profundo, tomas consciencia de la presencia que hay detrás de tus pensamientos. El observador, que eres tu. Puedes sentir que en tu presencia, en tu esencia, habita la calma. Redescubre esa calma natural que hay en tu interior, en realidad siempre ha estado ahí. Tu eres el que observa, descubre tu paz interior.

Tu esencia es paz, es calma, es luz.

Disfruta de esa calma que es inherente a ti, que siempre ha estado. Date cuenta que tu calma te pertenece, es tu núcleo. Estás conectado con tu calma, es como un pilar estable. Puedes dejar que tu mente se sumerja en esa sensación de profunda calma. Calma en la mente, calma en el corazón.

Tu cuerpo se va relajando más y más profundamente. Relájate en ese espacio. Disfruta de este momento, momento a momento, en un constante presente. Vive desde la calma, desde la paz. Esto eres tu: calma, paz, luz. Disfruta este momento de conexión contigo mismo, con tu esencia.

Poco a poco te vas preparando para regresar pero manteniendo este estado de calma. Mueve tus pies, las manos, lentamente abre los ojos y conecta con el lugar en el que te encuentras pero sin perder esta calma interior. Respira profundamente, sonríe y regresa.

Comparte con los demás este regalo de la calma.

Cristina Gómez

Me encanta el deporte y admiro a la gente que lucha por conseguir sus objetivos, que se marca retos, gente auténtica que cree en sí misma y no sigue modas, que hace siempre lo que quiere sin importarle lo que opinan los demás. Los que dan el 100 x 100 a cada momento, los que irradian naturalidad. :)

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