La sororidad: fraternidad entre mujeres

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NO, NO, NO y NO!

Quienes me seguís y quienes me conocéis bien sabéis como es importante para mi mantener buenas relaciones donde la humanidad, la empatía y la igualdad estén presentes. Sin todo esto, por mi parte, el NO a la relación es rotundo. Hace mucho tiempo que dejé de ser víctima de las relaciones, de las situaciones…porque hace tiempo que entendí que uno se ha de hacer respetar no de una forma moralista sino desde el NO al avasallamiento, del NO al atropello, del NO a todo lo que es nocivo para uno mismo. Hay que ser muy enérgico en este sentido.

Estudié Humanidades y me enamoré por completo de esta carrera por una razón que tiene que ver mucho conmigo, es una carrera multidisciplinar que estudia al ser humano: su historia, su forma de pensar, evolucionar, su manera de expresarse…No es de extrañar pues, que me guste escribir y que mi forma de hacerlo sea para un bien mayor. Me gusta pensar que lo que escribo aporta  o ayuda en algo algo  a quién me lee.

La sororidad…

La «sororidad», término nuevo aceptado por la Real Academia Española, se define como la relación de hermandad y solidaridad entre las mujeres para crear redes de apoyo que empujen cambios sociales, para lograr la igualdad.

Vivimos en una cultura patriarcal que no es más que una forma de organización social en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia, denominado «patriarca».​ La autoridad del patriarca se puede extender a los parientes lejanos del mismo linaje. El concepto puede extenderse a todas las organizaciones sociales en las que existe un desequilibrio de poder entre varones y mujeres, en favor de los primeros.

Si queremos igualdad tenemos que empezar a ser solidarias entre nosotras, no es culpa nuestra que a veces exista la rivalidad y competencia entre nuestro sexo sino de la cultura en la que hemos crecido, lo que sí es nuestra responsabilidad es la de ser consciente de ello, practicar la solidaridad y la empatía hacia las demás mujeres que tenemos en nuestro entorno. Mujeres en riesgo de exclusión, agredidas, víctimas de nuestra cultura, mujeres débiles, inseguras…mujeres a las que les enseñaron a callar. Ser empáticas entre nosotras, ser solidarias, nos unirá, nos hará más fuertes.

Siempre hay un camino para el entendimiento y la comprensión…quién no lo ve es porque no quiere verlo.

Sí, muchas veces me sentí mejor entre amigos, algo que he explicado recientemente en mi Instagram, ha sido precisamente por esa rivalidad entre mujeres que «irónicamente» ha creado la cultura patriarcal en la que vivimos, con la que nunca me sentí bien. Ante los conflictos, mi forma de gestionarlos ha sido siempre «la huida». Hay quién se encara, quién se esconde o sale corriendo. Yo siempre salí por patas…no creo que el conflicto y mucho menos verbal, sirva para algo. Sin embargo, uno no se puede quedar de brazos cruzados, siempre hay una forma más creativa de «hacer algo» ante una injusticia ¿No crees?. Pues hagámoslo, seamos conscientes desde ya, practiquemos siempre la «sororidad» entre nosotras y nuestro  futuro y el de nuestras hijas cambiará. Al fin y al cabo, la única cosa que cambiará nuestra cultura es la forma de pensar puesto que no es más que una «forma de pensar».

Es interesante añadir al Mindfulness la sororidad…

Te animo a escuchar el debate sobre la Mujer y el deporte de la mesa redonda donde participé el pasado 7 de Marzo en la Escuela de Trabajo de Barcelona. 

Cristina Gómez

Me encanta el deporte y admiro a la gente que lucha por conseguir sus objetivos, que se marca retos, gente auténtica que cree en sí misma y no sigue modas, que hace siempre lo que quiere sin importarle lo que opinan los demás. Los que dan el 100 x 100 a cada momento, los que irradian naturalidad. :)

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